Estos son los métodos de entrenamiento más habituales, pero también se irá avanzando y tendremos nuevas propuestas (que también expondremos aquí). Para una mejor comprensión, empezamos «por el principio para poder seguir avanzando»:
MÉTODOS ANALÍTICO, MIXTO Y GLOBAL COMBINADOS, SON LOS ADECUADOS PARA ENTRENAR AL PORTERO.
METODOS DE ENTRENAMIENTO:
Hemos enumerado ya los tres modelos principales de entrenamiento. A continuación explicamos sus principales características:
Método analítico: Lo utilizaremos para la mejora de acciones muy concretas, mediante un elevado número de repeticiones. Esto nos ayuda a mejorar rápidamente una carencia observada, sea del tipo que sea: técnica, táctica o física. La actividad realizada (con o sin balón) no conlleva ninguna oposición, y plantea de forma simple el aspecto del juego que queremos mejorar (tarea cerrada).
Método mixto: Trabajamos simultáneamente aspectos técnicos, tácticos, y físicos. Ya participa algún compañero, que puede ser incluso el otro portero, lo que hace que ya aparezcan “tomas de decisión”.
Nos presenta un nivel inferior de concreción, sobre todo en el aspecto técnico (mecanismo de ejecución), pero mejoramos los mecanismos de percepción y decisión del portero.
Método global: Cuando de forma óptima, realizamos un entrenamiento integrado con el equipo al completo para mejorar la comunicación y cooperación entre jugadores y el portero. Se realizan ejercicios abiertos que podemos plantear desde la mínima dificultad (con superioridad numérica), en igualdad (2×2, 3×3, 4×4) o de máxima dificultad: juego en que el equipo se halla en inferioridad numérica.
En función de las posibilidades que realmente tengamos, utilizaremos uno u otro sistema. Los ejercicios con un componente alto de percepción-decisión le ayudan a mejorar su rendimiento en el partido, ya que el juego del portero se caracteriza por la variabilidad de las situaciones y especialmente por la toma de decisión. El portero de fútbol requiere un entrenamiento adecuado a esta realidad, con una metodología mixta y global, sin dejar de lado una parte analítica. Este modelo “combinado” nos ha de servir para que se mejore en el aspecto táctico, perfeccionando sus procesos de: percepción, análisis y solución de las acciones de partido.
El perfil del portero moderno, sería aquel que además de las cualidades habituales fácilmente reconocibles por todos a primera vista (que “pare”, vaya…), tuviera un alto dominio del juego de pies, una excelente posición táctica, rápida lectura del juego, y una gran concentración y fortaleza mental.